Aislar para ahorrar, ni más ni menos. Ese el objetivo del insuflado de celulosa en cámara de aire. En este caso, una casa unifamiliar en Begues que mejoró su eficiencia térmica gracias a la celulosa que ahora rellena las cámaras de aire de las paredes exteriores y el techo semitransitable. Aislar para ahorrar en calefacción y aire acondicionado. Porque las propiedades aislantes de la celulosa trabajan todo el año, protegiendo del frío en invierno y del calor en verano. Se genera al aislar una barrera térmica que conserva la energía del interior, reduciendo por tanto los consumos necesarios para mantener la temperatura de confort. Aislar también del ruido. Porque la celulosa proporciona también aislamiento acústico. Hasta 7db menos según el fabricante de la celulosa que utiliza Aistercel. Mejoran así la condiciones de habitabilidad. Menos energía para mantener la temperatura de confort tanto en invierno como en verano. Aislar para ahorrar, pero no a cualquier precio. Porque la celulosa ofrece altas prestaciones térmicas, acústicas, una capacidad objetivamente demostrada de regular ambientes húmedos e incluso evitar las molestas humedades por condensación habituales en las caras norte de los edificios. Y además, lo hace desde una óptica sostenible para aumentar el valor de la vivienda dada la baja huella ecológica de su proceso de fabricación.
