Aislar con celulosa las paredes y techos de tu vivienda es un claro ejemplo de aquello del menos es más. Porque menos tiempo de consumo del sistema de calefacción de tu vivienda es más ahorro. Claro que sin mejorar la envolvente térmica del edificio, casa, piso o apartamento menos calefacción en estos días de invierno es, para empezar, más frío. en casa. Y puedes verte en la disyuntiva si lo llevamos al extremo de tener que elegir entre pagar o pasar frío. Y eso, fuera bromas, es una atrocidad por más que el concepto de pobreza energética pueda relativizarlo a oídos de quienes no lo padecen.

Por eso, como se explica en el video que acompaña este artículo, aislar con celulosa es más que gastar, invertir. Porque el aislante insuflado en paredes, por ejemplo, va a provocar inmediatamente menos horas necesarias de calefacción encendida. Y a estas alturas da un poco igual si es eléctrica, con el megavatio en la estratosfera, de gas o incluso de gasoil. Cuanto más tiempo, más coste.

Aislar para que el dinero vuelva al bolsillo

Lo explica perfectamente Marc Soriano en el video: «Al aislar una vivienda lo que conseguimos es que con menos horas de funcionamiento de la calefacción, ya sea eléctrica, de gas o de gasoil, la casa se mantenga caliente más tiempo«. Y como decíamos al principio, menos necesidad energética es más ahorro.

Por tanto, siguiendo el hilo argumental que ofrece el video publicado, «aunque hay que pagar el aislamiento (gastar) en realidad se trata de una inversión porque al cabo de dos, tres años, el dinero vuelve al bolsillo«.

De ahí que como hemos explicado en el pasado, aislar térmicamente una vivienda sea una inversión rentable, más incluso que un plan de pensiones a largo plazo.

Así que no lo pienses demasiado y contacta con nosotros sin compromiso alguno para que podamos valorar las opciones de mejora del aislamiento térmico de tu hogar con un material que ofrece además prestaciones acústicas y trabaja durante todo el año. Protegiendo del frío en invierno y del calor en verano.